Frente a este escenario de toma, cabe preguntarse ¿cómo es la vida ahí? ¿Qué se hace? Y varias interrogantes más que espero sean respondidas para todo el que no conoce la realidad de esta manifestación.
Vale destacar que nada es perfecto y que las tomas tienen su aspecto positivo y negativo, los cuales serán detallados a continuación: Primeramente, es una experiencia complicada. Requiere un sacrificio y compromiso responsable con la causa que se defiende, también con los compañeros con los cuales se está trabajando. Además, si te gusta dormir cómodo y comer bien, la toma no es para ti. Las noches son difíciles, tanto por el frío como por la falta de lugares adecuados para poder pernoctar. Las comidas no son tan abundantes como a algunos les gustaría y normalmente ocurre más de un error a la hora de preparar los alimentos. Finalmente, si se alarga mucho esta forma de manifestación, se comienza a producir un desgaste de la gente que habita los lugares tomados, por lo que es necesario que exista un recambio de vez en cuando para continuar de manera efectiva y con nuevas ideas.
No obstante, no todo es malo y es importante resaltar los aspectos positivos de este tipo de movilización: Permite conocer a otros compañeros, de otras generaciones, carreras, etc. La posibilidad de vivir juntos establece relaciones de amistad y para nosotros, los mechones, es un momento de aprendizaje con respecto a cosas de la carrera o los profesores que, por ser nuevos, desconocemos. A esto se suma la capacidad de trabajar en grupos, potenciando así las habilidades de cada uno, distribuyendo las tareas propias del mantenimiento, como son, el cocinar, limpiar y mantener el orden, respetar los espacios de la Universidad, etc. Además se establecen horarios de trabajo y de recreos, por lo que la toma no es signo de desorden o chacoteo. Es una movilización seria, aunque siempre hay momentos de distención y para divertirse, ya que no falta el o la compañera que lleva una guitarra o algún instrumento musical que ameniza los momentos de relajo.
Finalmente, podemos decir que esta forma de movilización debe ser tomada con responsabilidad por todos los alumnos, estén de acuerdo o no, porque lo que se está exigiendo es beneficioso para todos los compañeros de la Universidad. Junto con ello, debemos crear consciencia de lucha y saber que no hay que ceder frente a las presiones que las autoridades de la PUCV puedan hacer. Somos más, movemos esta Institución. Aunque se pueda poner difícil el camino, no debemos bajar los brazos, seamos consecuentes y fuertes en la lucha. Sólo así lograremos lo que queremos.
Escrito por: Cindy García.
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