Los asuntos políticos y económicos son los ejes temáticos fundamentales de los medios de comunicación al momento de realizar sus publicaciones. Claramente, quienes están detrás de la organización de éstas, consideran importante dar a conocer que sucede en nuestro país, siendo relevante el actuar de los dirigentes nacionales, sus propuestas y por supuesto sus conflictos.
De esta manera, las encuestas públicas generan argumentos interesantes a la hora de publicar ciertos hechos noticiosos, convirtiéndose ellas mismas en la noticia. Sin embargo, como no es novedad, los mass medias al momento de publicar segmentan la información con el afán de entregarla de forma breve y concisa para su fácil comprensión. ¿Válido? Pues claro, los medios deben pensar en la diversidad de públicos que los leen, escuchan y ven, por ende están legitimados para difundir lo que ellos dentro de sus líneas editoriales consideran más importante. ¿Correcto? Reflexione.
La reciente encuesta CERC de mayo y junio del 2011, dejó mucho que hablar y gran dolor de cabeza al actual gobierno de Sebastián Piñera, evidenciando la baja aprobación que ha tenido su labor en La Moneda, por la ciudadanía. Como es de conocimiento público y mediático Piñera, según estos resultados, es uno de mandatarios chilenos que ha tenido los más altos índices de rechazo desde 1990.
Estas cifras dan cuenta de un proceso que hemos podido evidenciar en carne propia: el descontento social con la clase política y sus decisiones que muy poco representan a los ciudadanos. Punta de Choro, el alza del gas en Magallanes, Hidroaysen y el conflicto estudiantil, han demostrado que los chilenas y chilenos están cansados del manejo político, por lo que están dispuestos a exigir que sus demandas se cumplan.
Esta situación evidencia el conflicto principal que tiene hoy la clase política y la baja aprobación que posee estas instituciones y sus integrantes. No obstante, este tema sitúa otros asuntos que para los chilenos están siendo relevantes, los que las encuestas demuestran pero que los medios son reacios a publicar.
El mismo estudio mencionado, demuestra además del bajo apoyo al actual gobierno, temáticas relevantes para la organización ciudadana. Un 72% de la sociedad chilena considera que uno de los valores más importantes de ésta y por el cual se debe velar constantemente es la igualdad. En este orden, los chilenos consideran que el mejoramiento de la igualdad de oportunidades, favorecería principalmente a los estudiantes de educación pública en un 34%.
Por lo anterior es que las diferencias en la sociedad preocupan considerablemente a los chilenos. Una mínima parte considera que la situación política y económica del país está bien. Por esto es que más 65% no se siente favorecido por el crecimiento económico, destacando que más del 80% de la clase baja y más del 70% de la media baja, creen que no les ha ayudado en nada el progreso en la economía.
Esto da cuenta de la evidente brecha económica que existe en las diferentes clases, ya que las clases altas suponen en amplia mayoría que el crecimiento económico los ha ayudado en algo, sino en todo. Pues frente a esto resulta equívoco seguir pensando que la sociedad probablemente está agradecida de todo lo que los gestores de las grandes tácticas económicas liberales han realizado en pro del país o bien a favor sólo de las grandes esferas sociales dominantes.
Este mismo sistema sustenta otra serie de aspectos que se pueden poner en duda, bajo los resultados de esta encuesta. La ciudadanía considera que el régimen económico pone menos atención a los derechos de los trabajadores y desconfía de los sindicatos, contradiciéndose con el sentir social que en más de un 70% considera que las agrupaciones sindicales son necesarias y que por ende negociar colectivamente también.
La profundización de estos datos es fundamental. Pues si se cuenta con ellos para evaluar que es lo que piensa la opinión pública es necesario entonces que los medios de comunicación entreguen un análisis amplio de ellos. Aunque, estos datos no representen opiniones propiamente tal, si proponen un estudio de las respuestas de la sociedad ante estas preguntas, que claramente demuestran un proceso de descontento social que en Chile ya es inminente y que los medios deberían difundir desde todas sus aristas.
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